Sabemos la dificultad que supone dejar el tabaco, sabemos que la única forma sana es sin ningún sustituto (pastillas específicas, parches o chicles de nicotina, inhaladores bucales de nicotina y otros componentes…) pero aún sabiendo todo esto, muchas veces no somos capaces de hacerlo y si lo somos recaemos pasados meses o años desde que nos deshacemos de este hábito tan nocivo. El humo del tabaco contiene miles de sustancias químicas, muchas de ellas cancerígenas y venenosas. Según la Organización Mundial de la Salud el tabaco mata cada año a más de 7 millones de personas, de las que más de 6 millones son consumidores del producto y alrededor de 890.000 son no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno. En España esta cifra alcanza las 60.000 personas, 1500 de ellas fumadores pasivos.
Los cigarrillos “analógicos” como le llaman los consumidores de cigarrillos electrónicos, causan innumerables enfermedades, entre ellas muchos tipos de cáncer, incluso cáncer de pulmón, de laringe, de boca, esófago, garganta, vejiga, riñón, hígado, estómago, páncreas, colon y recto, y cérvix o cuello uterino, así como leucemia mieloide aguda, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), afecciones mentales como depresión y ansiedad, asma…Pues bien, tenemos una alternativa un 95% menos dañina para nuestro organismo e inocua para el ajeno, se trata de los ya conocidos cigarrillos electrónicos, que, a pesar de haber sido objeto de sabotaje por parte de medios de comunicación y estudios sin base comparable a la del consumo humano, ya es una revolución mundial para el deshabituamiento del consumo de tabaco.Ejemplos de países que ya son conscientes del avance que supone el cigarrillo electrónico ante la lacra del tabaquismo recomiendan vapear (acción de inhalar el vapor de cigarrillos electrónicos) para dejar de fumar. Entre ellos el Departamento de Salud de Reino Unido ha emitido un informe en el que destaca que al menos unas 20.000 personas al año logran dejar de fumar gracias al cigarrillo electrónico. El Ministerio de Sanidad de este país asegura que a día de hoy, los vaporizadores personales constituyen el método menos dañino y más efectivo para dejar de fumar y lamentan la confusión a la que se enfrentan muchos fumadores que todavía creen, erróneamente, que los vaporizadores son tan perjudiciales como el tabaco, atribuyendo el daño sufrido por el tabaquismo a la nicotina. “Resultaría trágico que los miles de fumadores susceptibles de abandonar el tabaquismo con ayuda de un cigarrillo electrónico fuesen desalentados por falsos temores sobre su seguridad”, explica el Director de Mejoras para la Salud en Public Health England, John Newton.
Por último, el estudio certifica que los e-cigs no constituyen una puerta de entrada al tabaquismo. Así, “el porcentaje de jóvenes no fumadores que han probado alguna vez los cigarrillos electrónicos es inferior al 1%”.Dicho esto, vamos a pasar a intentar solventar las dudas más planteadas respecto al vapeo:La composición del líquido que se vapea es propilenglicol, glicerina vegetal y aroma alimenticio, con elección de que contenga o no nicotina. El propilenglicol (PG) en un compuesto orgánico, exactamente un diol, que es usado como humectante en productos de cosmética (toallitas húmedas de bebé, champús, geles de baño…) , alimentos y tabaco, agente saborizante de bebidas, solvente para coloración de alimentos, aditivo alimentario con la numeración E1520 , se emplea en máquinas de humo para hacer humo artificial para entrenamiento de bomberos y producciones teatrales, etc. La glicerina vegetal (VG) o glicerol, es un líquido orgánico elaborado a partir de los aceites de las plantas y es utilizada en los alimentos bajos en carbohidratos para ofrecer dulzor y humedad; en muchos productos de uso en el hogar, incluyendo las lociones, el champú, y la pasta dental y en muchos artículos farmacéuticos. El aroma alimenticio como ya indica su nombre se emplea para dar sabor a los alimento. Y por último la nicotina, que es opcional, es el compuesto orgánico que contiene la planta del tabaco y es la sustancia estimulante adictiva que hace que sea más difícil el abandono de su consumo.Aclaramos, no hay sustancias cancerígenas en los líquidos para vapear, no se emplean otros componentes adictivos ni insalubres, no hay combustión por lo que no se producen sustancias nuevas perjudiciales, económicamente es mucho más barato vapear que fumar y está permitido hacerlo en muchos más lugares públicos entre ellos en locales de hostelería siempre y cuando el propietario no tenga objeción. Después de leer todo lo que nos ha motivado a crear nuestra empresa, solo falta que quieras dejar de fumar.